La creación de lo humano

 

¿Qué guía al cuerpo? ¿La gravedad o la quietud? ¿La voluntad o la manipulación? ¿El sonido o el silencio? En Nudità, una experiencia de Virgilio Sieni y Mimmo Cuticchio, los instantes de la vida cotidiana cobran otra dimensión, más profundamente humana.

 

El encuentro entre un bailarín y un titiritero

VIRGILIO SIENI: Mi encuentro con Mimmo surgió del deseo de explorar el cruce entre el cuerpo de un performer y el de una marioneta. El foco de nuestra exploración no es tanto el del teatro de títeres – la marioneta misma está desnuda, es un esqueleto de metal y madera–, sino los elementos primarios de mi trabajo: la gravedad, las articulaciones y, desde este punto de vista, la marioneta me permite lidiar más allá de nuestra vida diaria y sus hábitos. Crear una nueva forma de balance donde el cuerpo toma peso y asume su dinámica y movimiento. En ese sentido, pasamos mucho tiempo con el esqueleto de la marioneta que me enseñó mucho sobre el movimiento y la fragilidad del gesto, y sobre cómo suspenderlos. 

MIMMO CUTICCHIO: Nos encontramos en parte porque es el destino de quienes exploran cosas parecidas. Desde nuestras primeras discusiones, supimos que había puntos en común. Ya había trabajado con los títeres desnudos. Y el mundo de la danza no era nuevo para mí. Entonces, como hijo de un titiritero que observó a su padre manipular las marionetas desde atrás del escenario, sabía que los movimientos debían ser armónicos, aún en la inmovilidad. En mis primeros experimentos con Virgilio usé marionetas in paggio (sin armadura) y marionetas desnudas, y un pianista ejecutaba piezas con la cadencia del cunto siciliano.

Entre tradición y novedad

MIMMO CUTICCHIO: La tradición de nuestras marionetas data de la era griega en Sicilia. Cuando abro mi teatro de marionetas en Palermo (el último de la ciudad), tenía 25 años. Durante los años ’70 y ’80 escribí nuevos textos, construí nuevas marionetas e hice todo lo que pude para mantener viva una tradición que había nacido cuando no existían ni el cine ni la televisión. La experimentación y la apertura a los jóvenes hicieron que este arte sobreviviera. En el ’97 abrí una escuela para marionetistas y narradores. Para mí, el futuro es la contemporaneidad, “tradición” y “vanguardia” son solo palabras. La práctica y la continuidad en lo contemporáneo es la verdadera tradición.

VIRGILIO SIENI: Estoy interesado en preservar al hombre como habitante de la tierra. Trabajar con el cuerpo me lleva a preguntarme continuamente sobre nuevos niveles de conciencia. El problema no es si las marionetas o el teatro de marionetas están en peligro, sino que radica en que pertenecen al pasado y en cómo debemos preservarlos, holográficamente o buscándole una forma nueva. Es evidente que el teatro de marionetas, como un niño, necesita ser construido desde adentro y que ha de cambiar con el tiempo. El arte de las marionetas nos proporciona hoy nuevos ímpetus para intuir nuevas estrategias. El vestuario tradicional de la marioneta, que incluye capa y armadura, refiere a las historias que este tipo de teatro tradicionalmente narra, desde el Orlando Furioso de Ariosto a la Jerusalén Liberada de Torquato Tasso.

Sobre el cuerpo y lo humano

MIMMO CUTICCHIO: Este trabajo con Virgilio es realmente interesante porque permite la posibilidad de duplicarnos. Cuando trabajamos en La Pazzia di Orlando, un espectáculo típico de nuestra tradición personificado por una marioneta, Virgilio ayudó a que el personaje, en el momento de su locura, se desnude de sus armas. Por otro lado, cuando entra el ángel en la escena del teatro de marionetas, puede volar, porque las cuerdas lo levantan. Pero Virgilio no puede volar y entonces hace lo contrario, que es arrastrarse por el suelo. Y un ángel que se arrastra por el suelo es una suerte de metamorfosis kafkiana. En la vida no hay una sola verdad. El camino no se termina, siempre hay algo para agregar. Esto es lo que tratamos de enseñarles a los jóvenes con los que trabajamos.

VIRGILIO SIENI: Nudità refiere al acto de escenificar cómo un bailarín “simplemente” mueve su cuerpo y una marioneta desnuda “simplemente” es un esqueleto. Pero cuando digo “simplemente” es necesario tener cuidado: la vida es muy compleja. Y los grandes problemas políticos de hoy están simplificados. Quiero decir: lo complejo es hermoso, porque requiere meditación y estrategia. Por eso el título de este trabajo, Nudità, es importante para mí, porque expresa una tabula rasa que nos lleva a la complejidad. El hecho de que todo tenga su punto de unión.



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