Besos en La Boca, el ciclo de verano del Teatro de la Ribera, recorrió ese paisaje, desde los tangos románticos hasta la obra de los autores más importantes de la actualidad argentina, los boleros, Frank Sinatra, el repertorio erótico de Eduardo Falú y Jaime Dávalos y un homenaje a Sergio Mihanovich, uno de los más grandes compositores de canciones de amor que dio la Argentina.
Recuerdo que escuché por primera vez una de sus canciones más bellas, Sometime Ago, por Bob Brookmeyer al frente de un quinteto extraordinario: Stan Getz, Herbie Hancock, Ron Carter y Elvin Jones. Y tengo un recuerdo vago de haber oído, en alguno de los programas de televisión de Juan Alberto Badía, una versión hermosa por su sobrina, Sandra, junto con Javier Malosetti si no me equivoco.
Por este encuentro dedicado a las canciones de amor pasaron Jorge Fandermole (Lo nuevo, lo viejo, lo próximo), Guillermo Fernández y César Angeleri con Tangos románticos, Lidia Borda y Daniel Godfrid con Caramelos surtidos, Carmen Baliero con Wenchi Lazo y Carlos Vega interpretando Boleros, Ana Moraitis y Miguel De Olaso y sus Antiguas canciones de amor, Ariel Ardit y Andrés Linetzky con Tangos románticos, Carlos “Negro” Aguirre, Lucio Mantel y la Orquesta Confín, el trío de Manuel Fraga con Woody Allen y el jazz, Ramón Ayala y los Hermanos Núñez con Canciones de amor litoraleñas, Georgina Díaz y su grupo con Canciones de Cole Porter, el cuarteto de Guillo Espel con Zambas y tonadas románticas, Edgardo Cardozo y Juan Quintero con Canciones de amor a dúo, el grupo De Boca en Boca con Canciones de amor del mundo, y Mariano Loiácono con su quinteto con Las baladas de Frank Sinatra.
El ciclo se cerró de la mejor manera con el homenaje –y el encuentro– soñado: Sandra Mihanovich en un contexto novedoso para ella, junto al trío de Adrian Iaies y Loiácono y Vane Mihanovich como invitados, interpretando la música de Sergio Mihanovich.
Junto con Diana Theocharidis, directora artística del teatro, y Nahuel Carfi, productor, asesor de programación y mucho más que eso, diseñamos un pequeño mapa de la canción de tradición popular y, es, desde ya, un mapa incompleto, que invita a dibujar nuevos mapas.